Cuando empiezas en el mundo del skincare, es normal sentirse un poco confundida con tantos pasos y productos, pero es más fácil de lo que crees: aplícalos del más acuoso al más espeso.
Seguir el orden correcto puede marcar la diferencia para que tu piel reciba todos los beneficios.
1. Limpieza: Comienza con una base limpia.
Por la mañana y por la noche, limpia tu rostro para eliminar impurezas, grasa y restos de maquillaje. Si usas maquillaje o protector solar resistente al agua, opta por la doble limpieza: primero un limpiador a base de aceite y luego uno a base de agua. No olvides incluir antes el agua micelar. 😉
2. Tónico o agua termal.
El tónico y el agua termal ayudan a equilibrar el pH de tu piel y la prepara para absorber mejor los siguientes productos de tu rutina. Busca uno que se adapte a tu tipo de piel, ya sea hidratante, calmante o purificante.
3. Suero: Activos que trabajan a profundidad.
Aquí es donde aplicas los ingredientes más concentrados. Los sueros son ideales para tratar preocupaciones específicas como manchas, líneas de expresión o falta de luminosidad. Algunos populares son los que contienen vitamina C, ácido hialurónico o niacinamida.
4. Contorno de ojos: Cuida esta zona delicada.
La piel alrededor de los ojos es mucho más fina y delicada, así que necesita un producto especial. Aplica una pequeña cantidad de contorno de ojos con suaves toquecitos.
5. Hidratante: Sella y protege.
Este paso es clave para todas las rutinas. La crema hidratante ayuda a sellar los productos anteriores y mantiene la piel hidratada durante el día o la noche. Elige una textura ligera si tienes piel grasa o mixta, y una más rica si tu piel es seca.
6. Protector solar (solo de día): Tu escudo diario.
El protector solar es el paso más importante por la mañana. Aplícalo como último paso para proteger tu piel de los rayos UV y prevenir el envejecimiento prematuro. Busca uno con al menos SPF 30 y reaplica cada 2 horas si estás al aire libre o cada 3 si estás en interior.
Tu piel es única, así que escucha lo que necesita y disfruta cada paso de tu rutina. ¡Es tu momento de consentirte!