Sabemos que tener acné es de lo más normal y que a todos nos puede pasar, pero eso no quita que resulte frustrante cuando aparece, y aún más, las manchas que suele dejar después. Afortunadamente, hay maneras de reducir y eliminar esas marcas no deseadas para que puedas disfrutar de una piel más clara y uniforme.
Este tipo de manchas son las que quedan después de que un brote de acné se ha curado y se conocen como hiperpigmentación posinflamatoria.
- No revientes las espinillas.
Lo principal para evitarlas es no manipular las espinillas, ya que al reventarlas se genera una herida en la piel, ocasionando después la mancha. Aunque cabe mencionar que, en ocasiones, las espinillas pueden ser tan grandes que por sí mismas dejan las manchas, aunque no sean reventadas.
- Doble limpieza.
Limpia dos veces al día tu piel con un limpiador adecuado para prevenir más acné y evitar que la piel se irrite. Evita los productos abrasivos que pueden empeorar la inflamación.
- Ingredientes despigmentantes.
Incorpora productos con ingredientes activos conocidos por reducir la hiperpigmentación. Algunos de los más efectivos incluyen:
- Ácido glicólico: Exfolia suavemente y promueve la renovación celular.
- Vitamina C: Ilumina la piel y reduce las manchas oscuras.
- Niacinamida: Reduce la inflamación y aclara las manchas.
- Retinoides: Aceleran la renovación celular y mejoran la textura de la piel.
- Protección solar.
La exposición al sol puede oscurecer las manchas y hacer que tarden más en desaparecer. Usa un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 todos los días, incluso cuando esté nublado. Esto no solo protege tu piel de las manchas, sino que también previene el envejecimiento prematuro.
Las manchas de acné pueden ser un desafío, pero con el cuidado adecuado y los productos correctos, puedes deshacerte de ellas y lucir una piel radiante y uniforme. Recuerda, la consistencia es clave, así que sé paciente y sigue tu rutina de cuidado de la piel.