Sabemos que la oleosidad puede ser un tanto difícil de controlar, pero, hay un paso de la rutina de skincare que puede hacer maravillas por tu piel: la doble limpieza. Si aún no has escuchado de ella o no estás segura de cómo implementarla, ¡sigue leyendo!
La doble limpieza es un método que implica limpiar tu rostro en dos pasos: primero con un limpiador a base de aceite y luego con un limpiador a base de agua. Este proceso asegura que tu piel quede completamente libre de impurezas, exceso de grasa y maquillaje, permitiendo que tus productos de cuidado de la piel funcionen de manera más efectiva.
Paso 1: Limpiador a base de aceite
¡No te asustes! Aunque pueda parecer contradictorio usar aceite en piel grasa, es extremadamente beneficioso. Los limpiadores a base de aceite son perfectos para disolver el maquillaje, el protector solar y el sebo (la grasa natural de tu piel). Al eliminar estos residuos sin despojar a tu piel de sus aceites naturales, preparas el terreno para la segunda limpieza.
Paso 2: Limpiador a base de agua
El segundo paso consiste en usar un limpiador a base de agua para eliminar el sudor, la suciedad y cualquier residuo que haya quedado. Este tipo de limpiadores suelen ser más suaves y están diseñados para penetrar más profundamente en los poros, limpiando eficazmente sin irritar tu piel.
Beneficios de la Doble Limpieza para la Piel Grasa y el Acné.
- Eliminación de impurezas. Al eliminar de manera efectiva el exceso de grasa y los restos de maquillaje, reduces las probabilidades de que los poros se obstruyan y asegura que las bacterias causantes del acné tengan menos oportunidad de prosperar y se formen brotes de acné.
- Mejor absorción de productos. Con la piel completamente limpia, tus sueros, hidratantes y tratamientos específicos para el acné pueden penetrar mejor y actuar más eficazmente.
- Equilibrio de la producción de sebo. Al limpiar la piel de manera suave pero efectiva, ayudas a equilibrar la producción de sebo, lo que puede resultar en una piel menos grasa con el tiempo.
Después de esto, continúa con tu rutina como siempre: limpieza, hidratación, tratamientos, contorno de ojos y protector solar. 😉
La doble limpieza puede ser tu aliada para combatir la piel grasa y el acné. Al adoptar este método, no solo mejorarás la apariencia de tu piel, sino que también disfrutarás de un ritual de cuidado personal que te hará sentir fresca y radiante cada día.