¿Ya conoces este nuevo término? Inflammaging significa “envejecimiento inflamatorio”, o sea, que la inflamación crónica es capaz de acelerar los procesos de envejecimiento prematuro en la piel. Y es que La inflamación es una respuesta natural que el organismo activa para defenderse de las agresiones externas.
Hay varias causas inflamatorias: la alimentación basada en azúcares refinados y las que son ricas en alimentos de alto índice glucémico, como los carbohidratos, la contaminación, cambios hormonales, el estrés oxidativo. En resumen: un estilo de vida poco saludable.
Como consecuencia, la epidermis se vuelve más delgada y frágil dando como resultado una piel más reactiva (rosácea, acné, hipersensibilidad) y más sensible. Una piel inflamada tiene más arrugas y líneas de expresión, aspereza, es más propensa a perder firmeza y elasticidad, falta de luminosidad y un tono poco uniforme.
¿Y cómo lo revertimos? Pues, para empezar, una dieta rica en antioxidantes, vitaminas (especialmente vitamina C), minerales, proteínas y ácidos grasos esenciales, así como hacer ejercicio diario.
Lo siguiente sería elegir productos dermatológicos con activos calmantes y antiinflamatorios que ayuden a regenerar la barrera de la piel y a equilibrar su microbioma. Aquí te compartimos algunos ejemplos que puedes incluir en tu rutina de skincare: