El acné no es exclusivo del rostro, también puede aparecer en el cuerpo, en cualquier zona que tenga glándulas sebáceas, sobre todo en espalda, pecho o glúteos. El más habitual es el acné en la espalda, que de hecho tiene hasta su propio nombre: ‘bacne’ (del inglés back y acne).
Al igual que el acné facial, puede deberse a diferentes causas: alteraciones hormonales, genética, limpieza inadecuada, usar productos corporales grasosos (que tapen los poros) y agresivos, estrés, falta de sueño e incluso un alto consumo de alimentos que provoquen acné, como los lácteos, alimentos procesados, harinas y azúcares refinadas, el gluten, el alcohol, etc.
Para prevenirlo, el paso más importante es una correcta limpieza, junto con los siguientes consejos:
- Usa un limpiador con ingredientes como el peróxido de benzoilo (elimina las bacterias) y los ácidos glicólico y salicílico (exfoliantes)
- Utiliza después algún producto que contenga ingredientes exfoliantes químicos. Esto ayudará a mantener la zona libre de células muertas y también a evitar que los poros se tapen.
- Al hidratar, procura que sea un hidratante no comedogénico y oil-free
- Evita la ropa ajustada y de preferencia que tenga buena ventilación.
- Aunque no lo parezca, es importante mantener la ropa de cama limpia, debido a que ahí se acumulan muchas bacterias.
- No pellizques los granitos o espinillas, ya que puede infectarse y dejar marcas o manchas.
Si tienes tendencia al acné corporal, te compartimos algunos productos que te pueden ser de ayuda para tratarlo. Recuerda que queremos lo mejor para ti y tu piel. 😉