Como todo, el skincare también tiene sus reglas de qué hacer y qué no. Y si lo que quieres es tener una piel sana y brillante (en el buen sentido, no por grasita), sería bueno que te aprendieras esta lista:
Lo que sí debes hacer:
Toma agua. La piel también es un órgano que se ve beneficiado si tomas el agua suficiente cada día. Es muy importante para mantenerla saludable ya que el agua ayuda a eliminar toxinas y aportar hidratación.
Limpia 2 veces al día. ¡Uno de los pasos esenciales! Limpiar tu piel, en especial tu rostro, 2 veces al día. Al lavarla por la mañana estamos eliminando todas las células muertas y suciedad acumulada durante la noche por el proceso de regeneración de una piel; al hacerlo por la noche eliminamos el maquillaje, la suciedad por contaminación, el sebo que produce la piel, etc.
Hidrata tu piel. Ya sea que tienes piel seca o grasa, es necesario hidratarla, claro, con un producto que se adecue a tu tipo de piel. Y es bien sabido que una piel hidratada ayuda a prevenir arrugas prematuras, piel apagada, resequedad e incluso piel sensible; y en el caso de la piel grasa, si hay una falta de humedad, generará un exceso de brillo e imperfecciones.
Masajea tu rostro. Es algo que puedes hacer mientras hidratas tu piel y aplicas el contorno de ojos ya que beneficia la circulación de la sangre, por ende, habrá una disminución en las líneas finas de expresión.
Exfolia. Lo ideal es exfoliar tu piel una vez a la semana si tienes piel seca, y una vez cada dos semanas si es grasa. Esto ayuda a eliminar células muertas y limpiar un poco más a profundidad para prevenir imperfecciones. Eso sí, recuerda que todo en exceso es malo, y exfoliar más veces de lo recomendado puede hacer que tu piel se vuelva sensible.
Utiliza protector solar. Un básico en tu rutina diaria es y siempre debe ser el protector solar. Protege tu piel de los rayos UVA, UVB y la luz azul que ocasionan el envejecimiento prematuro y manchas. Recuerda reaplicarlo cada 2 o 3 horas para un funcionamiento óptimo y así estés protegida todo el día.
Lo que no debes hacer:
No uses agua caliente. Al ducharte con agua caliente estás eliminando los aceites naturales de la piel y provocando una resequedad y sensibilidad en la misma.
No utilices productos derma que no sean para tu tipo de piel. Hacerlo puede provocar alguna reacción no esperada en tu piel.
No te excedas. Tampoco es bueno probar todos los productos que veas o cambiar constantemente tu rutina, porque esto puede provocar una irritación en tu piel. Lo ideal es utilizar solo los productos indicados para cubrir las necesidades de tu piel y ya está. 😊
No te toques la cara en exceso ni la pellizques. Tocarla constantemente puede provocar un incremento en el acné y, sabemos que se vuelve más difícil no hacerlo cuando tienes algún granito por la tentación de reventarlo, pero si lo hacer solo ocasionarás una lesión y una posible mancha.
No confíes en todo lo que ves. Es muy fácil dejarse llevar por las recomendaciones en internet o por amigos, pero a veces cometemos el error de probar sin investigar a fondo teniendo efectos no deseados en la piel.
Entonces, estas son algunas recomendaciones de lo que debes de hacer y no en el cuidado de tu piel. Recuerda que queremos lo mejor para ti, por eso te dejamos algunos productos que puedes incluir en tu rutina ideal para cualquier tipo de piel para limpiar, hidratar y proteger. 😉