Actualmente existen muchos tipos de protectores solares en el mercado y nos podemos dar el lujo de elegir el que más se adecue a nuestras necesidades, sobre todo sabiendo que éste es indispensable en nuestra rutina de skincare diaria.
Para empezar, hay que elegir un protector que sea de 30 o 50 FPS. Y recordemos que el número no es sinónimo de mayor protección, sino del tiempo en el que debemos de volver a reaplicar.
El famoso FPS (Factor de Protección Solar) nos indica el tiempo que el producto bloquea los rayos UVB del sol. Para calcularlo, se toma en cuenta el tiempo que tarda la piel para presentar una quemadura. Lo recomendable es reaplicarlo cada 3 horas sin estás en interior y cada 2 o menos si estás en exterior.
Es importante que el protector sea de amplio espectro, o sea, que proteja tanto de los rayos UVA como de los UVB y la luz azul. Los rayos UVA son los que causan el envejecimiento prematuro y los UVB penetran más en la piel causando quemaduras y posible cáncer de piel. Y la luz azul es la que emiten todas las pantallas, como las computadoras y celulares.
La consistencia ya dependerá de tu gusto y tipo de piel. Existen bloqueadores en crema, loción, spray, bruma, gel, barra y hasta con un toque de color. Si tu piel es seca, los bloqueadores cremosos son la mejor opción para ti, pero si es mixta o grasa, seguramente te caería mejor uno en gel o loción. Para el retoque o uso corporal, los que son en spray o bruma son los mejores. Y si lo que deseas es aprovechar y utilizar tu protector como base de maquillaje, entonces uno con color será el ideal.
También hay protectores solares que te ayudan a prevenir y revertir el envejecimiento cutáneo o afecciones como la hiperpigmentación e incluso la piel sensible o con rosácea.
Otra cosa a considerar es que, si sueles hacer mucho deporte, te recomendamos elegir un protector que sea resistente al agua.
Y como queremos que mantengas tu piel protegida, aquí te compartimos algunos ejemplos de protectores solares que puedes elegir para usar diariamente: