¿Alguna vez te ha salido en el rostro una bolita blanca que parece un granito, pero mucho más duro? Se conocen como quistes de millium o comedones cerrados que se forman en los poros y contienen queratina que ha quedado atrapada bajo la piel. Parece acné, pero no lo es.
Suelen aparecer en la zona alrededor de los ojos y en las mejillas, siendo más comunes en personas con piel grasa, mayormente en las mujeres por los cosméticos que suelen tapar los poros.
Para poder prevenirlos, lo ideal es hacer una correcta limpieza, de preferencia que sea doble (agua micelar y limpiador) y realizarla por la mañana y por la noche antes de dormir. Además, evita los productos muy grasosos y utiliza productos dermocosméticos que sean hipoalegénicos y no comedogénicos, o sea, que no generen alergias y no tapen los poros.
Otra cosa: ¡no intentes nunca reventar o apretar un millium! Ya que, al estar formado por un tapón de células cutáneas muertas queratinizadas (endurecidas), solo lograrás lastimar la piel y no saldrá nada, porque se forman bajo una fina capa de piel y no en el poro, como ocurre con el acné.
Por lo general, para eliminarlos, requieren de una extracción mediante bisturí o bien con láser CO2, pero si lo que quieres es tratarlo de modo tópico, puedes utilizar productos con ácido glicólico y ácido salicílico que hacen un peeling superficial, evitando la acumulación de queratina en la piel y favoreciendo la exfoliación de las capas superficiales de la epidermis; o retinoides que son muy efectivos para exfoliar la piel y acelerar la renovación celular.
