¿Alguna vez te ha salido un callo en los pies o las manos? ¿O has sentido tu piel más gruesa en alguna zona de tu cuerpo, por ejemplo en los talones? Eso es la hiperqueratosis. Mejor explicado, es una función adaptativa de la piel que pretende reforzar la resistencia de la misma (en la epidermis, específicamente) al producir mayor queratina, que es una proteína protectora.
El hacer trabajos duros con las manos, caminar por mucho tiempo descalzo o con sandalias, generará un engrosamiento de la piel que, si bien tiene un efecto protector benéfico, puede resultar incómodo ya que se vuelve áspera, rugosa, gruesa y propensa a agrietarse.
Por otro lado, si hay una fricción constante o presión permanente en cierta zona, la hiperqueratosis tendrá el aspecto de un callo, que es el más común y cabe decir que es muy doloroso. Como cuando un tacón te aprieta del dedo chiquito del pie o un zapato te roza arriba del talón.
¿Y cómo tratarlo? Créenos, solo poner un curita no es lo mejor, se necesitan productos hidratantes y emolientes, que de preferencia contengan urea y ácido salicílico. Estos ayudarán a suavizar la piel e ir deshaciendo los bloques de queratina. Además, hay que exfoliar la zona y mantener una higiene adecuada.
Entonces, es algo muy común que a cualquier persona nos puede salir, y ya sabes cómo tratarlo. 😉 Por lo que te dejamos unas recomendaciones de algunos productos que podrías utilizar para hacerlo:
