Si eres nueva en el mundo del cuidado de la piel, no te preocupes, todos empezamos desde cero, y lo más importante es dar el primer paso hacia una piel saludable y radiante. Por eso, te queremos compartir estos tips que harán de rutina un proceso más fácil:
- Conoce tu tipo de piel.
Antes de empezar, es fundamental que identifiques tu tipo de piel: seca, mixta, grasa o sensible. Hacerlo te ayudará a elegir los productos adecuados y a personalizar tu rutina para obtener los mejores resultados.
- Evita el agua caliente y no talles tu piel.
Lavarla con agua caliente puede contribuir a la sequedad, el aumento de picor e incluso la aparición de dermatitis. Al momento de secarla, hazlo con toquecitos en vez de frotar para evitar irritación.
- No uses estropajos o esponjas.
Hacerlo puede causar daños en la capa superficial de nuestra piel como manchas o pequeñas lesiones, provocando que tengamos que utilizar otros productos para restaurarla.
- El orden correcto.
La mejor manera de aplicar tus productos de skincare siempre será del más acuoso al más espeso, por ejemplo: agua micelar, limpiador, suero, contorno de ojos, hidratante y protección solar.
- Reaplicar tu protector solar.
Aunque no lo parezca, no es suficiente con aplicar protector solar antes de salir de casa. La radiación solar y la luz azul emitida por las pantallas generan un daño constante a nuestra piel, por eso es importante reaplicar tu protector cada 3 o 4 horas si estás en interior y cada 2 si estás en exterior.
- Lava tu rostro 2 veces al día.
Limpiar tu carita por la mañana y por la noche asegura que elimines la suciedad, sebo y partículas contaminantes que se haya acumulado. Esto ayudará a que, al momento de hacer tu rutina de skincare, los productos penetren mejor siendo más eficaces.
- Manos limpias.
Manipular tus productos de skincare con las manos limpias evitará que se contaminen y que no propaguemos bacterias en la piel.
- Tus sueros en frío.
¿Sabías que mantenerlos en temperaturas frías, ayuda a prolongar la vida de tus sueros? La temperatura baja ayuda a potencializar el efecto lift y refrescante, que a la vez ayudará a desinflamar la piel y evitar enrojecimiento. Además, el frío reduce los poros abiertos.