Para armar la rutina de skincare ideal para ti, lo primero de todo (y más importante) es conocer tu tipo de piel: normal, seca, grasa, mixta y si además es sensible. Si tiene algún otro padecimiento como acné, rosácea, dermatitis, etc., lo recomendable es acudir con un dermatólogo para que te recete los productos adecuados.
Una correcta rutina consta de varios pasos a seguir:
1. Limpieza.
Este paso consta de desmaquillarte y lavar tu rostro con un limpiador. Lo ideal es primero utilizar un desmaquillante bifásico para eliminar el maquillaje que sea a prueba de agua, después, usar agua micelar con un pad de algodón para retirar lo que haya quedado de maquillaje y suciedad, y por último, lavar el rostro con agua y un limpiador dermatológico adecuado para tu tipo de piel.
Al ser concentrado de activos, puedes tratar lo que necesites de manera efectiva: hidratación (ácido hialurónico), signos del envejecimiento (vitamina C), manchas (retinol y niacinamida), imperfecciones (ácido salicílico), etc.
3. Hidratación
Sin importar si tu piel es seca o grasa, todas necesitan hidratación. Por eso, ya existen hidratantes con diferentes texturas como cremas espesas, cremas más líquidas o geles. No olvides que el skincare también aplica para el cuerpo, así que siempre después de bañarte, hidrátalo.
4. Contorno de ojos.
Cuidar esta zona es esencial debido a su delicadeza, y para eso hay toda una gama de productos específicos para tratarla. Usan contorno de ojos a temprana edad (a partir de los 25 años) ayudará a mantener el área hidratada y así retrasar la aparición de esas primeras arrugas.
5. Protección.
El último paso de tu rutina de skincare: aplicar protector solar. ¡Y vaya que es uno de los más importantes! Nuestra piel se la pasa expuesta a los rayos UV y a la luz azul, que a la larga nos provocan el famoso fotoenvejecimiento. Si quieres prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas en tu piel, ¡protégela diariamente, aunque no salgas de casa!
Así de fácil es comenzar a cuidar tu piel. 😉