Los sueros o sérums son de los favoritos, en la rutina de skincare, por su gran concentrado de activos y excelentes resultados. Además, son ligeros y se absorben muy fácil y rápidamente en la piel.
Hoy en día, existen sueros para todo tipo de pieles y necesidades:
Piel seca.
Piel mixta - grasa.
Los ideales son sueros con ácido glicólico (regula el sebo y afina los poros), láctico (exfolia la piel con suavidad) y málico (capacidad antiséptica y antimicrobiana), especiales para este tipo de piel ya que ayudan a regular el sebo, eliminar impurezas y a desobstruir los poros.
Piel con acné.
En este caso, los sueros pueden ser parecidos a los de piel grasa por los activos recomendados, como el ácido glicólico, pero la diferencia serían el ácido salicílico (alivia el acné al reducir la hinchazón y enrojecimiento y abrir los poros de la piel obstruidos) y ácido doico (eficaz para reducir la producción de melanina). La niacinamida también es un activo adecuado, por sus propiedades despigmentantes.
Piel madura.
El principal por excelencia es el suero con retinol, debido a que estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico, combate las arrugas, reduce el tamaño de los poros y aclara las manchas. También se recomienda la niacinamida en caso de tener piel hiperpigmentada por la edad.
Piel sensible.
La piel sensible puede ser muy reactiva a ciertos activos, por lo que es importante utilizar los adecuados como vitamina E (regenerador de la piel), pantenol (antiinflamatorio), glicerina (emoliente) y algún calmante como la avena.
De igual forma, es importante mencionar que lo recomendable es que acudas con un dermatólogo, ya que cada piel es única. 😉 ¡Queremos que tu piel esté bien y tú, feliz!